Las razones que me llevaron a decidirme fueron las siguientes:
Contrariamente a lo que se piensa, para mi el niño está más cómodo en la cuna ya que en la cama no tiene tanto espacio y cada movimiento se nota.
Hay una parte fundamental y es la relación de pareja, yo me siento madre todo el día y es maravilloso, pero también quiero tener un ratito para sentirme mujer y esposa. Y es que puedes encontrar una gran paz, si cuando llega la noche, los acuestas en su propia habitación y tienes por delante unas horas en las que dejas de ser mamá para poder dedicarte a ti o a tu pareja, darte un baño relajante, tener una cena romántica, o hacer algo juntos sólo para los dos. Estos momentos son únicos para continuar una relación saliendo del rol de ser padres que con la rutina de los niños es fácil olvidar. Aquí no sólo entra la parte egoísta de querer tener tu espacio y es que teniéndolo me siento más relajada para poder luchar cada día y ser una mejor madre para ellos. Ni que decir tiene la importancia también de que vean a unos padres que se quieren porque han sabido separar su momento papás para dedicarse un rato a ser simplemente ellos.
Cuando tienes el primer hijo es difícil mantener un equilibrio, empiezas a obsesionarte porque todo le vaya bien y entra la superprotección que como todos los extremos son malos.
Yo no quería verme acostandome a las nueve de la noche con mi hijo porque estaba acostumbrado a dormir conmigo o peor aún, acostándolo a él más tarde de su hora por esperarme, no quería tener que enseñarle a dormir sólo de mayor, lo cual iba a ser más difícil y por supuesto no quería verme en la esquina de una cama con mi marido a un lado y mis dos hijos en medio, que es maravilloso para jugar, pero poco práctico para descansar.
Porque además el que suele salir perdiendo en estos casos es el papá que es el que acaba desplazado, nunca me pareció justo pedirle igualdad a la hora de criarlos, pero en cambio hacer piña con mis hijos para dormir y dejarlo a un lado. Nosotros somos un equipo y cuando venga el tercero estaremos en minoría, así que debemos permanecer unidos.
Por otra parte, a los niños les enseñas a ser independientes, si desde que nacen ellos no conocen otra cosa que no sea dormir solos, no se plantearán más y el día de mañana no tendrán problemas a la hora de dormir en casa de algún familiar o amigo.
Esto no quiere decir que seas más insensible, como cualquier madre, lo pasé realmente mal dejandolos solos en la cuna o la habitación, estas más preocupada tu por mil cosas que crees que les puede pasar, te sale el instinto de querer tenerlos abrazados a ti todo el tiempo, pero como en muchos aspectos de la vida no te queda otra que soltar su mano para un bien posterior, a la vez que mantienes tu corazón en un puño y rezas sin haberlo hecho nunca porque todo les vaya bien.
Si te ha ayudado o al menos te ha gustado, por favor no olvides seguir mi blog. Gracias.
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