Al fin y al cabo somos nosotras mismas las que nos ponemos las exigencias y es que está socialmente aceptado que lo normal sea llevar a los niños todas las tardes para que jueguen, queda raro sino llevas a los tuyos y ellos parecen quedarse a un lado sino van a diario.
Como ya he comentado alguna vez, acabamos siendo siervos de nuestros hijos, pues nosotros mismos somos los que cada vez nos ponemos más obligaciones para con ellos, inventamos más cosas que necesitan y al final terminamos pasando un día tras otro haciendo cosas por y para ellos, sin importar nuestras necesidades o lo que nos apetezca.
No lo entiendo, o al menos no se como consigue hacerlo el resto de mamás, pero a mi me faltan segundos del día.
En el parque te puedes encontrar dos tipos de mamás:
Las que se juntan en grupo, cual club secreto, que parece que para poder entrar tienes que hacer pruebas de selección. Estas normalmente no suelen hacer cosas de mala madre, tienen su vida perfecta de familia y tienen su maternidad idílica,de la cual aprovechan para presumir mientras critican a alguna socia del club que se acabe de marchar.
El otro tipo de madres son las que no dejan hacer nada a sus hijos, van detrás de ellos poniendo las manos para que no se caigan, delante para que no tropiecen y con una toallita para limpiar al niño cada cierto tiempo.
En fin, que yo no soy ni de un tipo ni de otro.
Cuando llegó del trabajo a las 18:00h reconozco que lo último que me apetece es irme a un parque a tener conversaciones banales con otras mamás sobre que marca de leche les dan o el color de las caquitas de su bebé, ¿ tan mala madre soy por ello?
No se si mala o buena, pero intento que mis hijos sean felices, aunque para ello hay mil maneras, no se necesita una salida rutinaria. Intento que sean felices y jueguen en cualquier sitio, así sea en mi trabajo o en el de papá si alguna vez nos los hemos tenido que llevar. Intento que no entiendan la vida como que mamá y papá no hacen nada, sólo satisfacer sus deseos y llevarlos donde ellos quieren, por eso los tengo aquí encima de mi cabeza mientras escribo el post. Y sobre todo intento que en la vida no es todo tan fácil como para no tener otra cosa que hacer que pasar la tarde en un parque, que hay ropa que lavar o cosas que limpiar,comida que comprar o gestiones que hacer, por eso, ellos siempre me acompañan y me ayudan en todo, mientras les muestro que aquí nadie regala nada y que todo lleva esfuerzo y sacrificio.
Y ¿sabéis que? Tengo unos hijos tan felices haciendo estas cosas que hacen que me sienta mal por no llevarlos al parque y saque tiempo de donde no tengo para ello, además allí he encontrado un grupo de mamás que me han dicho que sólo tengo que responder a un breve cuestionario y traer un paquete de toallitas y entraré en su club. :-)
Si te ha ayudado o al menos te ha gustado, por favor no olvides seguir mi blog. Gracias.
Bueno... me reconozco un poquillo en la madre que va detras de su pequeña para que no se caiga. Y lo de la toallita intento hacerlo lo menos posible 😳 pero es que no puedo evitar verla con los mocos colgando y que se los pegue a algun niño.
ResponderEliminarHasta ahora no he pertenecido a ningun club de madres de parque. Los intento evitar aunque es dificil y este verano al final he caido en uno pero soy la que va cuando tiene un buen día. A veces no me apetece nada hablar con nadie, solo estar con la peque o mi marido.
Me gusta que mi niña me acompañe a los sitios. También intento que ella tenga su tiempo de parque pero como dices siempre hay cosas que hacer. Asi vamos de momento. La mia tampoco se queja casi nunca y por eso me siento a veces mal como tu de no llevarla al parque.
Un saludo!
Jajaja, me encanta el comentario. Así somos haciendo todo por ellos al final.
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