HORMONAS
Dos días antes de saber de mi primer embarazo, acabé tirándole el bocadillo que estaba comiendo a mi marido por una discusión tan tonta como si que se limpia primero del coche, la parte de dentro o la de afuera.
Se conoce que no fue la discusión lo que me irritó pues era bastante absurda, tampoco mi personalidad pues soy muy pacífica y siempre nos hemos tratado bien aún en las discusiones.
Más bien eran las hormonas que se movían a sus anchas en mi interior. Sientes que te hierve la sangre por dentro y quieres explotar ( quizá por eso dicen que tu temperatura basal sube un grado cuando estás embarazada).
ACEPTACIÓN
Cada uno vivimos el embarazo de manera diferente y lo acepta a su manera y es que a veces nos obsesionamos pensando que como somos las embarazadas tenemos derecho a poner nosotras el ritmo.
No conozco a ninguna madre que haya tenido todo claro desde que vio el positivo, no haya sentido algo de miedo, preocupación o se le haya venido grande en algún momento.
Nosotras pasamos por todas esas emociones porque aceptar que tu vida está cambiando drásticamente abruma a veces y sin más pedimos que ellos nos apoyen y nos den calma.
Pero no hay que olvidar que ellos también tienen lo suyo y no siempre pueden ser los adultos en la relación y comportarse acorde.
Ellos también necesitan su tiempo de aceptación y lo tienen más difícil pues no lo sienten dentro moviéndose, de hecho mi marido dice no haberse sentido papá hasta que no la pusieron en sus brazos.
No hay que juzgarlos por ello, pues ellos no lo hacen con nosotras cuando tenemos miedo, simplemente van a otro ritmo.
De repente pasan de no haberse preocupado ni por ellos mismos a tener una gran responsabilidad por lo que hay que concederles que también se saturen.
EMOCIONES
Hasta la mujer más fría, vive el embarazo con las emociones a flor de piel y es que las hormonas juegan un papel importante y todo se masifica, pero no hay que olvidar que ellos no tienen todo ese cóctel hormonal dentro. Pueden ser hombres extremadamente sensibles y aún así no llegar a tanto como lo estamos nosotras en ese momento.
Yo recuerdo esperar que él me abrazase cuando yo lo necesitase o que le hablase a el bebé cuando yo creía que era el momento mágico para ello o simplemente que sintiera lo mismo que yo.
Esto he de admitir que es tarea imposible, pues ellos sienten a su ritmo, su momento mágico para hablarle a la barriga no tiene que ser el mismo que el nuestro y su abrazo no tiene que venir de adivinar cuando lo necesitamos, quizá simplemente viene cuando son ellos quienes lo necesitan y buscan en ese abrazo unas palabras implícitas de tranquilo, lo vas a hacer bien.
VIDA SEXUAL
Esto es más complicado aún, pues nosotras sufrimos muchos cambios, hay épocas del embarazo donde tu líbido está por las nubes y otras que no te apetece ni un beso.
Hay momentos en los que te sientes gorda y sin mucha movilidad y otras en las que te sientes más mamá que mujer sexy.
Culpa de ello hace que nosotras lo dejemos en un segundo plano sin haber pensado si ellos están de acuerdo, aún así estoicamente aguantan nuestros deseos y se amoldan.
Si mi amor!! este reconocimiento es mi manera de agradecértelo.
NACIMIENTO
Cuando un bebé nace, se necesita tener al lado una pareja que sepa aparcar la relación por un tiempo y saber hacer un kit kat sin que de ello aparezca una ruptura.
Pronto la retomarás, pero al principio es difícil llevarlo todo.
Tu hijo depende exclusivamente de ti y todo tu tiempo se reduce a él y a dormir cuando te deja.
Tus hormonas están mucho más alteradas, la falta de sueño es horrible y la obsesión por el bebé hace que se te olvide hasta de decir buenos días.
Mucho más difícil pensar en salir, tener una cenita especial o una conversación de adultos que no implique comentar las caquitas del bebé.
Hay que tener muy clara esta etapa por las dos partes para poder afrontarlo. Esto no significa que os hayáis perdido para siempre, sólo que de momento todo queda un poco paralizado por una parte más importante que es vuestro bebé.
Hay que darles también la opción de que hagan de padres y se equivoquen igual que nosotras. Suele pasar que sacamos el instinto de gata salvaje, de este bebé es mío y sólo mío y yo decido todo. No está de más a veces recordarnos que es de los dos y que ellos también tienen derecho a aprender de sus errores.
Dicho todo esto, desde la lejanía de haber tenido dos hijos con sus dos respectivas crisis. Sólo donde hay amor todo se supera, pero pongámoselo fácil al amor y hablemos las cosas. Sólo desde la comunicación de saber que los dos vamos en la misma línea se puede lograr y recordarlo cuando ya ha pasado como un gran obstáculo que nos hizo más fuerte pues conocimos otra faceta del otro que nos siguió enamorando.
Si te ha ayudado o al menos te ha gustado, por favor no olvides seguir mi blog. Gracias.
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